
Aegon I El Conquistador
El príncipe Aegon Targaryen es el primer hijo y único varón del príncipe Rhaegar Targaryen y de la princesa Elia Martell, hermano menor de la difunta Rhaenys. Pretendiente al Trono de Hierro con el nombre de Aegon VI, se le daba por muerto durante el saqueo de Desembarco del Rey. Aegon es descrito con los rasgos típicos de los Targaryen, se le estima entre 15 o 16 años. Es denominado como "larguirucho" pero que aún no ha alcanzado el pleno crecimiento. Posee ojos color violeta más oscuros que los de su padre con unas pestañas casi femeninas, pelo plateado y es descrito como muy atractivo. Fruto de la esmerada educación que ha recibido habla varios idiomas, incluyendo varios dialectos del Alto Valyrio; tiene conocimientos de matemáticas e historia y es considerado un joven inteligente y aplicado.

Balerion "El Terror negro"
Balerion fue el más grande de los tres dragones Targaryen; sus dientes eran del tamaño de espadas y su mandíbula lo suficientemente grande como para tragarse a un mamut entero de un solo bocado. Su fuego era negro, al igual que sus escamas, y su envergadura era tal que pueblos enteros se oscurecían cuando pasaba volando. Un siglo después, la Maldición ya había asolado la antigua capital de Valyria y un descendiente de Aenar, Aegon Targaryen, puso sus codiciosos ojos sobre Poniente. Al rechazar tomar como esposa a la hija del Rey de la Tormenta y autoproclamarse rey de los Siete Negros, la guerra fue inevitable. Y sin embargo, Aegon tenía un aliado muy poderoso, pues era jinete de Balerion. Su fuego calcinó y masacró, hasta que los súbditos hincaron la rodilla o acabaron abrasados y convertidos en cenizas. Maegor Targaryen, hijo de Aegon, fue un monarca cruel que quería montar un dragón digno de su majestad. No resulta sorprendente que eligiera a Balerion, con el que emprendió el vuelo para reclamar el Trono de Hierro tan pronto como su hermano Aenys I Targaryen feneció. Para sentarse en el Trono de Hierro, tuvo que participar en la Batalla bajo el ojo de los Dioses, que culminó con la muerte del príncipe Aegon y de su dragón. Más tarde, la princesa Aerea Targaryen reclamó al Terror Negro como jinete y a punto estuvo de perecer. Escapó de su madre, que la buscó durante un año, pero regresó a lomos de Belarion, con la mala fortuna de que trastabilló al bajar de su lomo. Mientras sus heridas sanaban, el reptil se instaló en Pozo Dragón.